Satisfacción del alma
Salmo 63:1
Dios, Dios mío eres tú;
De madrugada te buscaré;
Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,
En tierra seca y árida donde no hay aguas,
De madrugada te buscaré;
Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,
En tierra seca y árida donde no hay aguas,
Encontramos un corazón lleno de devoción,
reconociendo a Dios en primer lugar y dejando que Él sea el que satisface todas
las necesidades.
Cuando pensamos en David declarando que Dios es
su Dios, vemos un corazón dispuesto a entregar todo y disfrutar la presencia de Dios en su vida. Devoción no
es otra cosa que un corazón enamorado, entregado, sumiso y satisfecho.
En el Salmo 42 David habla de desear a Dios de la
misma manera que un siervo desea, vemos al siervo en forma natural clamar por
las corrientes de las aguas y a David disponer a hacer lo mismo, aquí se
propone buscarle de mañana para saciar su sed y aun todo su cuerpo. Es un buen
momento para separar lo natural de lo
que es normal. Algo normal todos lo hacen, pero lo natural solo los hijos de
Dios, pues viene por ser parte de Su naturaleza.
Es algo totalmente natural levantarme con el
deseo de ir al baño, o tomar mi desayuno, de la misma manera es natural
levantarme y desear estar con MI DIOS.
Es preocupante ver cristianos que no tocan su
biblia, no tiene deseos de orar y por consecuencia nunca pueden vivir la vida
de Cristo por la simple razón de no conocer a Cristo, y no estoy hablando de salvación
sino de una relación íntima con El Señor.
Vemos en la Palabra de Dios a Abraham tomando
tiempo para estar con Él, vemos al mismo Señor levantándose muy de mañana,
siendo aún muy oscuro tomando tiempo para estar con su Padre, él nos dejó un
ejemplo para que podamos seguir.
Todo esto me lleva a pensar en la cantidad de
cristianos que sufren cada aspecto de la vida, por la simple razón de vivir
separados de Cristo, no toman tiempo para conocer al Señor.
Si está pasando por una etapa donde no siente
deseo de leer, orar, disfrutar a Dios, le desafío a confiar en él y pedir que
produzca en usted el querer como el hacer por su buena voluntad.
Dios puede hacer más de lo que nosotros pensamos,
lamentablemente dudamos.
Tome un tiempo para dejar que Dios examine su corazón.
Comentarios
Publicar un comentario