El ánimo es mi decisión

Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón. Salmo 69:32

Vemos al salmista dando un vuelco total en su vida, ya no hay reproches en lo que le paso, solo  alabanza por la victoria.

La tempestad que inclino Tu cabeza bendita, ya para siempre ha sido callada.

Y descanso divino es nuestra porción, y la gloria corona Tu frente.

Escrito por H Rossier

Podemos ver este salmo como el grito de victoria de nuestro Salvador ya resucitado y disfrutar su victoria, debemos entender que la cruz fue el lugar donde fuimos comprados, pero la resurrección es un hecho incuestionable donde obtenemos nuestra victoria. Gloria a Dios no está aquí, El resucito Aleluya.

Mientras leía esta salvo detenidamente, me quede con la segunda parte del vs 32  Buscad a Dios y vivirá tu corazón. Que gran verdad, cuando nos sentimos atribulados y creemos que somos los únicos que sufrimos, el Señor nos dice que los mismos padecimientos se cumplen en todos los cristianos alrededor del mundo, y si le preguntamos por qué nos pasa esto, en palabras del apóstol Pedro nos dice que después de padecer un poco de tiempo el mismo nos afirmara y fortalecerá, que  bueno es Dios que ante cada interrogante de nuestra vida, Él nos da una respuesta.

Ahora Buscad a Dios que significa:

Vamos a la escritura y nos habla de orar, clamar, rogar y el buscar a Dios es un conjunto de todas estas palabras con sus diferentes significados, al orar converso con Dios esperando que en su Palabra me dé la respuesta que estoy buscando, al clamar pongo todo mi ser a su disposición esperando solo en El y esto nos ayuda en los momentos de soledad y si pienso en rogar es ser persistente en lo que pido o sea constante en mi oración.

Cuando me encuentro en momentos difíciles tengo dos opciones, la primera es compadecerme de mi mismo y pensar que soy el único que pasa por eso y dejar que mi ánimo decaía. La Segunda opción es ser sincero con Dios y luego de experimentar la derrota, darme cuenta que tengo la victoria y esto me lleva a tener una oración sencilla que sale de mi corazón, con toda sinceridad expresando lo que estoy viviendo y dejando que el maneje todo mi entorno, en palabras más fáciles ser humilde, entender que todo lo que tengo es prestado y Dios se ocupa.

El ánimo viene de un corazón que está en sintonía con Dios y es producido por el mismo Dios que nos dio Su gozo.

 Para pensar:

Cuando creo que todo se viene abajo, que es lo primero que hago, dejarme llevar por la circunstancia o ir a Dios y disfrutar la vida de El en la mía.

Dame hijo mío tu corazón y yo te daré la vida.