IMPREGNADO DE PREDESTINACIÓN
Finalmente, antes de proceder a la
discusión del segundo punto, probablemente ayude hacer una breve mención de la
definición calvinista y correspondiente doctrina de la predestinación, relativa
al punto de vista calvinista de la total depravación.
Como dijimos en la introducción, el
punto de vista calvinista de la predestinación impregna los 5 puntos.
Con algunos de los puntos,
especialmente el segundo (elección incondicional) y el
cuarto (gracia irresistible), la parte que la
definición calvinista de la predestinación
juega, es muy obvia. De todos modos,
según lideres calvinistas, es claramente
central a todos los 5 puntos. Por eso,
la total depravación debe ser vista a través de “lentes predestinatarios”.
John H.Gerstner, el hombre a quien
Sproul llamó el rey de los calvinistas, y de quien dijo que era a la
predestinación, como Einstein a la Física, dijo que nosotros
podemos: “trazar cuatro pasos a la predestinación.
Primero, la total depravación de la humanidad; segundo, la inhabilidad
resultante; tercero, la divina iniciativa en el alma; y cuarto, la
predestinación misma.”
Es evidente que a lo que Gerstner se
refiere como los primeros 2 pasos que nos
llevan a la predestinación
(depravación e inhabilidad) son los que hemos discutido
como primer punto. Su tercer paso, (la
divina iniciativa en el alma) “es” o “lleva a”
la regeneración. Y, como ya hemos
repetido, esta regeneración debe, a causa de la depravación, llegar a la
persona antes de que pueda ejercitar fe en Jesucristo.
Otra manera, tal vez más sucinta de
decirlo, es como lo dice a continuación Gerstner:
“El primer punto,
total depravación, y todo lo que está implicado en esa total depravación, nos
lleva inevitablemente a la doctrina calvinista de la
predestinación.”
No cabe duda que son la definición y
la doctrina calvinista de la predestinación las
que inicialmente conducen a la mayoría
de los calvinistas a creer como lo hacen
en la Total Depravación, como así
también en los otros cuatro puntos.
Como Sproul dijo:
“El punto de vista
reformado de la predestinación enseña que antes de que una persona pueda
escoger a Cristo su corazón debe ser cambiado. Debe nacer de nuevo una persona no cree primero, y entonces llega
a nacer de nuevo…”
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