La vida manifiesta
Comenzamos la 1 epístola
de Juan tomando en cuenta que fue escrita por el año 100 DC donde ya habían pasado
al menos cuatro generaciones de cristianismo, esto parece un dato más, pero
tiene una gran importancia, ya que cuando va pasando el tiempo, también va
disminuyendo la experiencia de haber conocido a Cristo y eso hace que para
muchos la vida cristiana sea una rutina que más tarde se convertirá en religión.
Juan había descubierto que
la realidad que satisface no se halla ni en cosas ni en emociones, sino en una Persona.
Jesucristo, el Hijo de Dios. Sin perder tiempo, en el primer párrafo de su carta
nos cuenta acerca de esta realidad experimental
Leo los primeros cuatro
versículos de la carta de Juan y observo que el apóstol tuvo un encuentro personal con Jesucristo. ¡No fue una “experiencia
religiosa” de segunda mano heredada de alguna otra persona o descubierta en un
libro! No, Juan conoció a Jesucristo cara a cara. El y los otros apóstoles
escucharon a Jesús hablando. Lo vieron mientras vivía con ellos., lo estudiaron
cuidadosamente, e inclusive tocaron su cuerpo. Ellos sabían que Jesús era real, no un fantasma ni una visión, sino Dios en forma
corporal humana.
Pero vemos que dice lo que
hemos visto y oído, esto puede parecer ante aquellos que vivimos en el siglo
XXI una historia lejana, ya que no podemos tener la experiencia que tuvo Juan,
pero en realidad todos nosotros tenemos
una experiencia mejor y podemos lograr más intimidad de la que Juan o los demás
discípulos llegaron a tener. La idea de la palabra visto es una observación no
ocular o personal sino de contemplar, meditar como cuando el Señor dice quién
me vio a mi ve al Padre. La intimidad que logro tener con Dios hace
que yo pueda ver al padre.
Para los que tenemos el
privilegio de enseñar la Biblia, no podemos enseñar si no oímos primero la voz
de Dios, si no contemplamos en nuestro interior su vida fluyendo en medio de la
nuestra.
No solo es una realidad
experimental, también es una realidad escritural.
Cuando vamos a la
escritura vemos en diferentes maneras que nuestra comunión con el Hijos, nos
lleva a tener comunión con el Padre, Dios hablo por medio de Cristo desde la antigüedad
hasta el día de hoy, la escritura de diferentes formas nos muestra a Cristo a
quien podemos adorar aun sin haberle visto corporalmente, pero por medio de la
escritura podemos contemplar su persona y su obra.
Para pensar: De
la misma manera que Juan puede
experimentar una íntima relación con Cristo lo podemos hacer nosotros, pero la
rutina nos empaña la visión y no permite que podamos contemplar toda la
plenitud de Dios en nuestras vidas. ¿Cayo en la rutina o mantiene viva la experiencia
real de la vida de Cristo en usted y trabajando por medio suyo?
Rp
Comentarios
Publicar un comentario