Los problemas son parte de la vida
La semilla del pecado plantada en este
mundo en el jardín de Edén, sigue dando fruto hasta éste día. En un sentido
general, el sufrimiento humano es el resultado de la caída del hombre. Cuando
lleguemos a nuestro hogar celestial, no habrá más dolor, (Apocalipsis
21:4) pero mientras vivamos en una
tierra extranjera, el dolor es parte del paquete. Viviendo como extranjeros no
es fácil, tenemos que aprender a adaptarnos. Cuando llegamos a Costa Rica nos
dimos cuenta que había muchas cosas que eran diferentes, la forma de hablar,
los nombres de las frutas y verduras, el carácter de la gente, la comida etc. No
hay ninguna otra opción. Cuando estás en otra cultura te adaptas. El dolor es
parte de la fibra cultural de esta corta vida terrenal y ninguna cantidad de fe
va a hacerlo desaparecer. En medio de aflicciones terribles, Job dijo que:
“Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, Así el hombre nace
para la aflicción.” (Job 5:7) Él
reconoció que la vida de un hombre es: “corto de días, y hastiado de
sinsabores” (Job 14:1) El hecho de que seamos cristianos no nos exenta de
problemas. Jesús nos dijo: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he
vencido al mundo.” (Juan 16:33) La fe en Cristo no nos aísla de las
experiencias dolorosas en nuestras vidas. Sin embargo, nos equipa para
enfrentar nuestros problemas con la confianza de que su atención amorosa nos
guiará en medio de las circunstancias difíciles. La fe raramente da respuesta
al “porqué” de nuestros problemas, sino nos ofrece una respuesta de “cómo”
podemos sobrevivir a nuestras circunstancias. Pocos días después de llegar a
Costa Rica y habiendo comprado todo el
mobiliario nuevo entraron a nuestra casa y se llevaron todo, hasta el
efectivo, nos quedamos en un país extraño, sin gente que nos ayude y solo vino
a mi mente ¿Señor y ahora qué hago?
Muchas veces había comentado cómo cambia la
vida rápidamente, pero esto fue una circunstancia que nunca imaginé. Nos quedamos con mi esposa perplejos y solo confiando
en lo que Dios haría, no entendíamos porque estábamos pasando esto, pero
realmente fuimos cuidados por Dios en cada detalle, solo era cuestión de
confiar. Nos pusimos a conversar con Adriana y dijimos "¿podemos estar de
acuerdo en una cosa? ¿pase lo que pase
con todo esto, podemos saber que Dios es
Dios y Dios es bueno?"
El creer que confiando en Cristo nos
protege del sufrimiento, es no entender cómo funciona la vida. Es una creencia
errónea que causará duda y confusión cuando los problemas vienen… que sin duda
vendrán.
Para pensar:
En los momentos difíciles nos damos cuenta
que los únicos que están a nuestro lado
son Dios y nuestro conyugue, ya que con ambos podemos mantener una
relación de intimidad.
Si está pasando por momentos difíciles solo
sepa que Dios sabe lo que hace, El cumple su propósito en nuestras vidas y
puede usar esta situación para quebrantarnos y llevarnos a un mejor
conocimiento de Él.
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