PRIMERO LA FE

El Apóstol Juan dijo: “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son  engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” (Juan 1:11-13) ¿No parece ser casi  demasiado obvio que Juan está enseñando a sus lectores que recibir a Cristo, lo cual se equipara a creer en Cristo, es el prerrequisito para llegar a ser un hijo de Dios o nacer de Dios? No obstante, el calvinista recalca que no es “voluntad humana” y clama que eso prueba que el hombre no tiene nada que decir (no puede recibir o creer) en el tema. Pero parece muy claro que Juan usa las palabras “descendencia  natural”, “decisión humana”, y “voluntad humana”, en contraste a las palabras“   nacer de Dios”, para enfatizar de quién, al que recibe y cree, le es dada esta nueva vida. Es decir, cuando naces de nuevo, naces de Dios. El primer nacimiento es físico y natural. El segundo nacimiento es espiritual y sobrenatural. El primer nacimiento es causado por, y es el resultado de, la actividad humana. El segundo nacimiento es causado por, y es el resultado de, actividad divina. Ahora, decir que Dios es la causa de ese nacimiento (Aquel que directamente da esa vida), no es decir que no hay prerrequisitos establecidos para la regeneración.