Las personas que Dios usa
Permíteme explicarte los detalles desaparecidos de este incidente. El amigo que me contó la historia acerca de éste hombre es el Espíritu Santo. El contó esta historia en la Biblia, en el libro de Génesis. En la forma en que te relaté esta historia, usé el nombre de Juan, pero su nombre verdadero es Abraham. La historia se trata de cómo él y Sara viajaron a Egipto y cometieron éste pecado mientras se encontraban ahí.
Es un aspecto asombroso (y a veces confuso) de la Gracia de Dios, que verdaderamente use a un hombre como Abraham. No solamente fue usado por Dios, sino que en Hebreos 11, como si fuera completamente perdonado, nos da los informes verídicos de éste hombre en Génesis; el Espíritu Santo enumera a Abraham como héroe de la fe. La mayoría de las personas ni siquiera lo recomendarían como el esposo del año." Pero Dios lo registra como un hombre de mucha fe.
Aparentemente hay algo acerca de cómo Dios juzga a la gente, el cuál es diferente de la misma manera que muchos de nosotros juzgamos a otros. El ve el comportamiento pasado y hasta el corazón, más prontamente de lo que jamás podamos imaginarnos.
La aplicación de este mensaje es horrible para muchos cristianos. Tienen miedo que éste tipo de ilustración estimule el pecado en la vida de la gente, pero la realidad, es que la mayoría de las personas no necesitan "estimularse" para poder pecar.
De hecho, ya hay demasiados estímulos para pecar. Si alguien decide pecar, incluyendo el cristiano, no necesitamos que alguien nos aliente para hacerlo.
Las personas pecarán, con o sin estímulos.
Considerando que como nuevos cristianos nos apartamos del mundo y entramos a la iglesia, existe demasiado estímulo para no pecar.
Un joven cristiano dijo; "Los cristianos en la iglesia donde crecí, no estaban interesados en intimar; únicamente estaban interesados en no tomar."
A la mayoría de nosotros se nos ha dado lista tras lista; sugerencias de cómo guardarnos del pecado. Y por el otro lado, la iglesia nos incita a no pecar. Sin embargo, no encuentro mucho aliento para aquellos que han pecado, lo cual nos incluye a todos. No pienses que no has pecado, sólo porque tus delitos no son de la misma categoría que el pecado de Abraham. El adulterio es un grave pecado, pero como pastor local de una iglesia por más de veinte años, puedo ver el enorme daño en la iglesia por el chisme y la murmuración. El adulterio es pecado, pero también lo es el chisme. Es fácil de identificar "el salón de la vergüenza," los pecados en las vidas de otros y aún así estar cegados a los pecados de nuestra propia vida.
Siempre existirán aquellos, quienes se sientan en juicio condescendiente sobre los que han fallado miserablemente. Son como el hermano mayor en la historia del hijo pródigo. Hacen una expresión de burla a aquellos que han pecado tontamente, a pesar del hecho que son tan miserables en su servicio fiel.
Libertinaje y legalismo son dos lados de la ejecución, basadas en la misma moneda. Ambos producen sequía en el alma que llora agónicamente en busca del derramamiento de la Gracia de Dios para apagar la sed.
Este articulo no es dirigido a aquellos que están cautivos por el pecado más horroroso, sino más bien, es mi oración que el Espíritu Santo, conforte y anime a los cristianos que saben que han pecado.
A tales personas, el mensaje de Dios es: "que su amor por ti sea más grande que tus pecados, muchísimo más grande aún, si has pecado de una manera espantosa." "Donde el pecado es grande, la Gracia de Dios es más grande" (Ver Romanos 5:20)
Esto lo diré tan claramente que tal vez suene impactante a la mente legalista, -¡tu pecado no puede sobrepasar el amor de Dios! No me malinterprete. No es mi intención minimizar la seriedad del pecado. El pecado es un asunto grave. Por nuestros pecados fue que Cristo llegó a la cruz, sin embargo, éste articulo es dirigido a aquellos que han pecado y lo saben. Es escrito con la esperanza de que el Espíritu Santo pueda sacar a aquellos que están conscientes de su pecado, de la autocondenación e inferioridad espiritual.
Muchos creyentes nunca han disfrutado una intimidad con Dios, porque son continuamente atados por la vergüenza de sus pecados pasados. Mi intención no es ser blando con el pecado, sino ser blando con las personas que han sido heridas por el pecado.
Habiendo descansado los temores de aquéllos, quienes tienen miedo que la Gracia fluya y los motive a pecar, enfoquemos nuestra atención en ti, al que ha pecado y lo sabe.
Jesús dijo que los que estaban sanos no necesitaban doctor. Pero aquellos que saben que han sido infectados por el pecado, son a quienes Él busca. Si eres como la mayoría de los cristianos, agobiado por tu pasado o tal vez, por tu comportamiento presente y te sientes avergonzado; -escucha esto:"Estás en buena compañía."
Cristo hoy te regala una nueva oportunidad, porque no dejas tu viejas religión y venís a una nueva relación con Cristo.
Es muy cierto lo que usted piensa los que pecan deben ser disciplinados, ahora veamos la diferencia entre la disciplina de la iglesia y la disciplina de Dios.
Es un aspecto asombroso (y a veces confuso) de la Gracia de Dios, que verdaderamente use a un hombre como Abraham. No solamente fue usado por Dios, sino que en Hebreos 11, como si fuera completamente perdonado, nos da los informes verídicos de éste hombre en Génesis; el Espíritu Santo enumera a Abraham como héroe de la fe. La mayoría de las personas ni siquiera lo recomendarían como el esposo del año." Pero Dios lo registra como un hombre de mucha fe.
Aparentemente hay algo acerca de cómo Dios juzga a la gente, el cuál es diferente de la misma manera que muchos de nosotros juzgamos a otros. El ve el comportamiento pasado y hasta el corazón, más prontamente de lo que jamás podamos imaginarnos.
La aplicación de este mensaje es horrible para muchos cristianos. Tienen miedo que éste tipo de ilustración estimule el pecado en la vida de la gente, pero la realidad, es que la mayoría de las personas no necesitan "estimularse" para poder pecar.
De hecho, ya hay demasiados estímulos para pecar. Si alguien decide pecar, incluyendo el cristiano, no necesitamos que alguien nos aliente para hacerlo.
Las personas pecarán, con o sin estímulos.
Considerando que como nuevos cristianos nos apartamos del mundo y entramos a la iglesia, existe demasiado estímulo para no pecar.
Un joven cristiano dijo; "Los cristianos en la iglesia donde crecí, no estaban interesados en intimar; únicamente estaban interesados en no tomar."
A la mayoría de nosotros se nos ha dado lista tras lista; sugerencias de cómo guardarnos del pecado. Y por el otro lado, la iglesia nos incita a no pecar. Sin embargo, no encuentro mucho aliento para aquellos que han pecado, lo cual nos incluye a todos. No pienses que no has pecado, sólo porque tus delitos no son de la misma categoría que el pecado de Abraham. El adulterio es un grave pecado, pero como pastor local de una iglesia por más de veinte años, puedo ver el enorme daño en la iglesia por el chisme y la murmuración. El adulterio es pecado, pero también lo es el chisme. Es fácil de identificar "el salón de la vergüenza," los pecados en las vidas de otros y aún así estar cegados a los pecados de nuestra propia vida.
Siempre existirán aquellos, quienes se sientan en juicio condescendiente sobre los que han fallado miserablemente. Son como el hermano mayor en la historia del hijo pródigo. Hacen una expresión de burla a aquellos que han pecado tontamente, a pesar del hecho que son tan miserables en su servicio fiel.
Libertinaje y legalismo son dos lados de la ejecución, basadas en la misma moneda. Ambos producen sequía en el alma que llora agónicamente en busca del derramamiento de la Gracia de Dios para apagar la sed.
Este articulo no es dirigido a aquellos que están cautivos por el pecado más horroroso, sino más bien, es mi oración que el Espíritu Santo, conforte y anime a los cristianos que saben que han pecado.
A tales personas, el mensaje de Dios es: "que su amor por ti sea más grande que tus pecados, muchísimo más grande aún, si has pecado de una manera espantosa." "Donde el pecado es grande, la Gracia de Dios es más grande" (Ver Romanos 5:20)
Esto lo diré tan claramente que tal vez suene impactante a la mente legalista, -¡tu pecado no puede sobrepasar el amor de Dios! No me malinterprete. No es mi intención minimizar la seriedad del pecado. El pecado es un asunto grave. Por nuestros pecados fue que Cristo llegó a la cruz, sin embargo, éste articulo es dirigido a aquellos que han pecado y lo saben. Es escrito con la esperanza de que el Espíritu Santo pueda sacar a aquellos que están conscientes de su pecado, de la autocondenación e inferioridad espiritual.
Muchos creyentes nunca han disfrutado una intimidad con Dios, porque son continuamente atados por la vergüenza de sus pecados pasados. Mi intención no es ser blando con el pecado, sino ser blando con las personas que han sido heridas por el pecado.
Habiendo descansado los temores de aquéllos, quienes tienen miedo que la Gracia fluya y los motive a pecar, enfoquemos nuestra atención en ti, al que ha pecado y lo sabe.
Jesús dijo que los que estaban sanos no necesitaban doctor. Pero aquellos que saben que han sido infectados por el pecado, son a quienes Él busca. Si eres como la mayoría de los cristianos, agobiado por tu pasado o tal vez, por tu comportamiento presente y te sientes avergonzado; -escucha esto:"Estás en buena compañía."
Cristo hoy te regala una nueva oportunidad, porque no dejas tu viejas religión y venís a una nueva relación con Cristo.
Es muy cierto lo que usted piensa los que pecan deben ser disciplinados, ahora veamos la diferencia entre la disciplina de la iglesia y la disciplina de Dios.
Disciplina de la iglesia
Degrada- a la persona
Difama- a la persona y todo su entorno familiar
Deteriora- la relación del disciplinado con otros miembros de la familia de Dios.
Derrota – de tal manera a las personas que no quieren saber nada con Dios y la iglesia.
Difama- a la persona y todo su entorno familiar
Deteriora- la relación del disciplinado con otros miembros de la familia de Dios.
Derrota – de tal manera a las personas que no quieren saber nada con Dios y la iglesia.
La disciplina de Dios Hebreos 11:12-15
Reprende- al caído
Reorienta- lo hace partícipe de su santidad
Restaura – hace de la persona alguien nuevo y al que mucho se le perdona, mucho ama.
Reorienta- lo hace partícipe de su santidad
Restaura – hace de la persona alguien nuevo y al que mucho se le perdona, mucho ama.
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