Cómo Recibimos la Biblia

LA BIBLIA ES CONFIABLE

La Biblia a menudo ha sido atacada, a pesar de su enseñanza clara con respecto a su origen divino y los milagros y profecías cumplidos que han probado su autoridad.  Esto es comprensible, ya que es nuestra herramienta más poderosa y por eso Satanás ha hecho todo esfuerzo para socavarla.  Nada le  gustaría más que ver a los obreros del Señor dudar de su valor, cuestionar su exactitud, ignorarla o descuidarla. Por eso, un entendimiento del origen y transmisión de la Biblia de Dios a nosotros nos ayuda a apreciar esta herramienta maravillosa y su importancia al éxito de nuestro ministerio.

Escrita por 40 autores diferentes, en 3 idiomas durante más de 1400 años, la Biblia es la tarea literaria más impresionante en la historia del mundo. Sin embargo, su unidad, consistencia y falta de contradicción prueban que Dios mismo es el autor principal, guiando a cada autor humano para asegurar que el producto sea exactamente lo que Él planeó.

CÖMO RECIBIMOS LA BIBLIA

El Señor ha trabajado y sigue trabajando para traernos una Biblia confiable.  Este proceso comenzó con los autores originales y continúa cuando abrimos Su Palabra hoy. Hay varios pasos en este proceso.

A.    La Inspiración

El término inspiración literalmente significa Dios exhaló, y afirma que la Biblia es el producto del Dios vivo (2 Tim 3:16). Dado que la Biblia es un producto divino, debemos verla así.

La Biblia no es meramente un producto del pensamiento de hombre, sino de Dios, hablado por los labios de hombre o escrito de su pluma. Los profetas y apóstoles afirmaron hablar y escribir las palabras de otro: Dios Mismo. Aún Jesús dijo que solo hablaba las palabras que le fueron dadas por Su Padre. Según 2 Pedro 1:20-21, “los hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. Es importante notar que es la Biblia la inspirada, no los escritores humanos de la Biblia. Es más, la inspiración se refiere no a la calidad literaria de lo que fue escrito sino a su origen divino y carácter.

B.    La Preservación

Desde el principio, la naturaleza única de la Biblia fue entendida. Hombres fieles siempre han ejercido gran cuidado en copiar con precisión el texto bíblico. Cometieron muy pocos errores, y la cantidad masiva de manuscritos descubiertos nos han permitido encontrar y arreglar los errores. Las secciones en la Biblia que carecen de suficiente evidencia para saber positivamente el texto original son muy pocas, y ninguna de estas secciones involucran asuntos significativos ni doctrinas.

Considerando las multitudes de copiadores, los miles de años de copiado, los idiomas numerosos en los cuales la Biblia fue copiada, la gran área geográfica, y los varios intentos de destruir la Biblia, es asombroso que tenemos un texto tan confiable y preciso. Dios claramente ha trabajado para preservarla para nuestro uso.

C.    La Canonización

El término “canon” se presta del griego, una palabra que significa regla o norma. Ha sido empleado por cristianos desde el cuarto siglo para identificar una lista autorizada de libros que pertenecen al Viejo o Nuevo Testamento.

Muchos líderes y concilios de iglesias contribuyeron a la tarea de canonización, con la ayuda de Dios. Ellos examinaron a los testigos de los libros mismos, las credenciales del autor, el acuerdo del libro con otros libros aceptados y la aceptación del libro por la iglesia. La formación del Antiguo y Nuevo Testamentos fue un proceso en vez de un evento y se llevó a cabo bajo la supervisión del Espíritu Santo.

Durante el tiempo de Jesucristo, el Antiguo Testamento consistía en la ley, profetas y escrituras. Al inicio de la época cristiana todos los 43 libros fueron aceptados, con la lista canónica más vieja con fecha de 170 DC. La formación del canon del Nuevo Testamento, con 27 libros, fue completada en el cuarto siglo. Ha habido un acuerdo general dentro de la iglesia que la Biblia se compone de los actuales 66 ,pero si hacemos un estudio minucioso nos daremos cuenta que son 70 libros. La excepción a esta armonía concierne los libros Apócrifos.
Los Apócrifos son rechazados por la Iglesia Evangélica y aceptados por la Iglesia Ortodoxa y católica. Sin embargo, hay una diferencia significativa entre los Apócrifos y los otros 70 libros. Los Apócrifos no afirman ser La Escritura, contienen errores obvios y fueron denegados en estatus canónica por la comunidad Judía. Los Apócrifos tienen un estilo devocional que es atractivo para la adoración litúrgica de los ortodoxos y católicos. También, los Apócrifos contienen partes que la Iglesia Romana encontró de utilidad durante la reforma en su lucha contra los Protestantes, lo cual probablemente influyó en el Concilio de Trento para incluirlos en su Canon en 1548 DC.

D.    La Traducción

Algunos hombres de Dios han comprendido el deseo de Dios de que cada persona escuchara Su Palabra en su propio idioma, y han laborado para hacerlo posible. La tarea es grande y todavía no se ha terminado. Algunos idiomas modernos y culturas a menudo varían mucho de los tiempos bíblicos. Los traductores tienen que escoger las mejores palabras y frases para mantener tanto del significado del idioma original como sea posible, y también hacerlo ser fácil para que personas de cualquier edad o nivel de educación puedan entender. Ninguna traducción es perfecta, pero el descubrimiento de nuevos manuscritos y el crecimiento del entendimiento bíblico nos ayudan en esta tarea sin fin. Una comparación constante con los textos del idioma original es necesaria para asegurar que cualquier traducción lleva el significado de la Palabra de Dios. Dios usa a personas educadas, talentosas y capaces, quienes dependen de Él para dirección y sabiduría en esta labor.

E.    La Iluminación

Mientras el cristiano lee, estudia y medita en la Palabra, el Espíritu Santo le revela el significado.
El proceso de iluminación también es continuo. Es un esfuerzo conjunto. El hombre no puede aprender sin el Espíritu (1Cor. 2:11-14, Sal.119:18), y el Espíritu no enseña sin el esfuerzo del hombre (2Tim 2:15, Sal.119:97-99, Prov.2:1-5).

Enseñar la Palabra de Dios es un honor especial (2Tim 4:17) pero también es una responsabilidad seria (Stg.3:1). No se debe hacer sin una preparación seria en oración. Sin embargo, Dios ha hecho todas las provisiones para que tengamos un texto confiable en nuestro idioma, y nos ha permitido comprenderla con la ayuda de Su Espíritu. Nada nos falta más que nuestra decisión de manejarla correctamente, y usarla fielmente para desarrollar nuestra propia vida cristiana primero y entonces ministrar a otros. ¡Qué privilegio ser parte de este proceso de llevar la Palabra viviente de Dios a un mundo necesitado!


CONCLUSIÓN

Dios ha supervisado la transmisión de Su Palabra desde el tiempo de su redacción inicial hasta que la abrimos para buscar instrucción para nuestras vidas. La copia que tenemos en nuestras manos es confiable para el crecimiento personal y el ministerio. Sin embargo, es un libro vivo y espiritual, y sólo se puede comprender mientras nos acercamos a ella en oración y reverencia, permitiéndole al Espíritu Santo abrir nuestros ojos a las verdades que contiene. Pero debemos recordar en todo momento que el único objetivo que debemos tener al ir a las Escrituras es conocerle mas, los fariseos fueron confrontados por el Señor, cuando el les dijo que la Escritura daba testimonio de El. No busquemos  teología, busquemos  a Cristo en ella.
 Gracias al Señor por este libro maravilloso para guiarnos a conocerte mas.


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