Abriendo los regalos perfectos de la justificación Romanos 5:3-4

 


Descubrí el significado detrás de la frase “elefante blanco”.Según la leyenda, un rey que vivía en la India, tenía un método muy peculiar de tratar con un miembro de su corte. El rey le daba a la persona insoportable, un regalo especial…un raro elefante blanco (¡uno de verdad!) Ahora, esto parecía ser un gran honor y el rey actuaba como si lo fuera, pero en realidad se trataba de un castigo.
La razón es que el elefante blanco era considerado tan especial que no se podía utilizar para trabajar. Como resultado, este comía, comía y comía. El que recibía este regalo especial, por lo general, quedaba en la banca rota después de cuidar y alimentar al animal por un tiempo. Como era un regalo de parte del rey, el dueño ni siquiera podía pensar en regalarlo o venderlo. Así que literalmente, el elefante blanco le quedaba como clavo.

Pienso que la moraleja de la historia es la de nunca aceptar un regalo así de parte de su jefe. Por mas raro que sea, nunca acepte un elefante.

¿Nunca recibió un regalo que realmente no quería? ¡Ni bien lo abrió supo que se lo iba a dar a algún familiar lejano el año próximo!

Cuando usted pasa a ser creyente, sabiéndolo o no, pasa a ser el receptor de un numero de regalos. Se trata de regalos perfectos que va a estar desenvolviendo a lo largo de su experiencia cristiana. Las buenas noticias son que no hay  un elefante blanco.
El apóstol Pablo ha estado enumerando una lista de regalos perfectos de parte de Dios. El primero es el de la paz y el segundo la gracia.

Dolor –Un regalo perfecto de parte de Dios
Al seguir con nuestra lista, descubrimos que el tercer regalo perfecto de parte de Dios es un regalo sorpresivo que seguramente fue a parar a la lista equivocada. Es el regalo del dolor.
Si usted es como yo, va a echarle una segunda mirada al versículo. Seguramente Pablo no se refiere a problemas y sufrimiento y a la aflicción como regalos igual que la paz y la gracia…pero si, se refiere a eso.
Fíjese lo que escribe Pablo en Romanos, capitulo 5, versículos 1 al 3,
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 3Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones…”

Ahí esta. Pablo no solo alaba a Dios enérgicamente por la gracia, sino que de manera triunfante y enfática alaba a Dios por las tribulaciones (que es la palabra griega “thlipsis” que significa “presión, sufrimiento…dolor.”)
¿Esta el apóstol pasando por un momento de locura? ¿Alaba a Dios por las tribulaciones?
Hasta el momento nunca asistí a una reunión de oración en la que alguien dijera, “Sabe, últimamente estoy teniendo muchos problemas, y le quiero dar gracias a Dios por ellos.”

Yo nunca escuche a nadie decir, “Hay demasiada presión en mi vida en este momento y todo me sale mal, quiero alabar a Dios por ello. ¡Gracias Dios!

Seamos francos, nunca hemos cantado: “gracias Señor por todos mis problemas, Gracias Señor porque las cosas me salen mal; Gracias Dios por darme problemas; Te agradezco porque el mundo se me deshace.”

Me invente esa canción la semana pasada, en honor a este estudio.
Si usted canta esta canción, su reunión de oración se quedara boquiabierta. Puede que no la cantemos, pero la verdad es que nos cuesta alabar a Dios por le regalo del dolor.

El dolor físico es una parte inevitable de la vida
1.
Hace unos doscientos años atrás, Thomas Jefferson le escribió una carta a un amigo. El decía en ella que “el arte de la vida es eludir el dolor. Puede que suene bien, pero voy a disentir.”
El arte de la vida no es eludir el dolor; el arte de la vida es el aprender como responder al dolor. La experiencia de vivir tiene que ver con como uno vive esa experiencia.

La verdad es que cada uno de nosotros no solo experimenta dolor en la vida, sino que comenzamos nuestra vida con dolor. Escuche la siguiente narración de un autor en cuanto a ese evento.
“Su mundo es oscuro, cuidado y seguro. Usted se encuentra bañado en un liquido tibio y a salvo de cualquier golpe. No hace nada por si mismo; es alimentado de manera automática y un corazón latente le asegura que alguien que es mas grande, suple todas sus necesidades. Su vida consiste, simplemente, en esperar. Usted no esta seguro de que es lo que espera, pero todo cambio parece estar muy lejano. No se encuentra con ninguna aventura amenazante. Todo está bien. Hasta que un día, siente que las cosas están cambiando, de pronto todo se mueve, las paredes parecen colapsar, esos almohadones ahora parecen tener pulsaciones y lo empujan hacia abajo.  Su cuerpo ahora esta doblado, sus piernas torcidas y se esta cayendo de cabeza. Por primera vez en la vida siente dolor. Se encuentra en un mar de materia. Con mucha presión, casi imposible de aguantar. Su cabeza es casi aplastada por completo y esta siendo empujado mas y mas. El dolor el  ruido, la presión…A usted le duele todo. Puede escuchar gritos, gemidos y se llena de temor. Esta sucediendo, su mundo esta colapsando. Usted esta seguro que este es el fin de lo que sea. De pronto ve una luz muy intensa y penetrante. Unas manos frías lo empujan y luego recibe una palmada dolorosa. Felicidades…acaba de nacer.”

¡Bienvenido al mundo! Esa primera experiencia en la vida, entrega un mensaje a cada uno de nosotros –el dolor es una parte imposible de eludir en la vida.

El dolor físico es parte esencial de la vida
2. En segundo lugar, el dolor físico no solo es inevitable, sino que es parte esencial de la vida.
Mucha gente cree que el dolor es un error de Dios. El sistema nervioso, con sus millones de sensores de dolor, siempre llevan las de perder. Si Dios es tan sabio, ¿Por qué no nos creo con un cuerpo con la habilidad de no sentir el dolor?

El Dr. Paúl Brand revelo el secreto del dolor en su gran obra entre pacientes con la enfermedad de Hansen’s. Nosotros conocemos a esta enfermedad por otro nombre: lepra.
Si bien la palabra “lepra” nos trae imágenes a nuestras mentes de dedos que se caen, ulceras sin cicatrizar, falta de miembros y rostros desformados, la razón directa de esos efectos no es la lepra.

La enfermedad de Hansen destruye a sus victimas lentamente por le preciso hecho de que estas no sienten el dolor. Tienen un problema en el sistema nervioso. La enfermedad en un principio actúa como una anestesia que duerme las células de las manos, pies, nariz, orejas y ojos. Mientras la mayoría de las enfermedades son temidas a causa del dolor, la enfermedad de Hansen es mortal porque sus victimas no sienten dolor alguno. La destrucción de los miembros es resultado de un sistema de dolor que no funciona.

Por ejemplo, en aldeas asiáticas y Africanas, lugares en los que el Dr. Brand trabajó, un leproso se agacharía y agarraria una papa que se cayo directamente desde el fuego. Nada en su cuerpo le dictaría que no lo haga. Algunos pacientes del Dr. Brand en la India trabajarían todo el día con una pala que tenia un clavo sobresaliendo del mango, o apagarían un sahumerio con sus dedos, o caminarían sobre vidrios rotos sin sentir nada.

Los pacientes lentamente van perdiendo la vista, solo porque sus ojos nuca sienten la molestia que a nosotros nos haría parpadear. Un paciente se torcería un tobillo, lastimando el tendón, y seguiría caminando con el pie torcido, hasta que la pierna se termina desgarrando.
Con razón el Dr. Brand dijo en una ocasión, “Gracias Dios por inventar el dolor.”

Ahora, no todo el dolor es bueno. Hay veces que el dolor comunica algo que ya no puede arreglarse o tratarse. Pasa a ser algo que uno tiene que soportar. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el dolor es la señal de advertencia de Dios, y sin el, ninguno de nosotros sobreviviríamos.






Comentarios en cuanto al dolor del alma
Pablo revela, en Romanos, capitulo 5, que de la misma manera que el dolor físico es inevitable y esencial, el otro tipo de dolor también.

El dolor del alma también es parte inevitable de la vida
1. Pablo revela que el sufrimiento, la presión y el dolor de la adversidad en la vida también son inevitables.
Fíjese que Pablo no dijo, en el versículo 3,
3Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones…”
En otras palabras, Pablo asumió que las tribulaciones vendrían.
Pedro dijo algo similar al escribir, en I Pedro, capitulo 4, versículos 12 y 13,
Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, 13sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo… (¿Qué sufrió Cristo? Rechazo, abandono, malentendidos, ridiculizaciones, golpes y el martirio.) “…para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.”

Pedro usa la misma palabra que Pablo “gloriarse” lo que significa alabar fervientemente durante los tiempos de sufrimiento.
Después de investigar un poco el tema, además de la Biblia, creo que puedo hacer un resumen de las pruebas en seis categorías distintas:
  • Cosas que quiero experimentar, no suceden;
  • Cosas que no quiero experimentar, suceden;
  • Cosas que me gustan, no las recibo;
  • Cosas que no me gustan, las recibo;
  • Cosas que estoy esperando, nunca llegan;
  • Cosas de las que no estoy preparado, llegan antes de tiempo.

Seguramente estas son cosas que Dios no quiere que experimentemos. Los regalos de la adversidad, la aflicción y el dolor son como el regalo del elefante blanco. No los queremos, pero un Dios enfurecido nos los da, o es que un Dios débil permite que sucedan. Seguramente, un Dios poderoso solo prepara cosas maravillosas para nosotros.
Salomón lo puso de la siguiente manera en Eclesiastés, capítulo 7, versículos 13 y 14,
Mira la obra de Dios; porque ¿quién podrá enderezar lo que él torció? En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro…”

Ese versículo es, probablemente, el más ignorado en el cristianismo del siglo 21. Todos parecen estar convencidos de que Dios quiere traer días de prosperidad y bendiciones; que seguramente Dios no traerá días de adversidad.
Sin embargo, Salomón escribió que Dios no solo trae días de prosperidad sin oque crea también días de adversidad.

¿Que le dice uno a la victima de un accidente? ¿Que le dice a un hermano que tiene una enfermedad terminal? ¿Qué le dice a alguien que esta al borde de la muerte o en la escena de un crimen violento? ¿Por qué es que nadie admite que la vida es una zona de guerra con batallas verdaderas y balas verdaderas y sangre verdadera? Hay enfermedad, dolor y desilusiones. Hay experiencias feas, accidentes, lágrimas y muerte.

¿No le gustaría escuchar de alguien que es como el apóstol Pablo, no solo queriendo saber del poder de la resurrección, sino también del ser participe de los sufrimientos de Cristo? ¿Qué diría esa persona?
Bueno, para comenzar, esa persona diría que la tribulación y la aflicción son inevitables. Diría que:
  • Las cosas que uno quiere experimentar, no suceden;
  • Las cosas que uno no quiere experimentar, suceden;
  • Las cosas que a uno le gustan, no las obtiene;
  • Lo que uno realmente no le gusta, sucede;
  • Las cosas que uno espera, nunca llegan;
  • Las cosas para las que uno no esta listo, suceden temprano.

Si usted aun no esta convencido de que la adversidad y el dolor son inevitables para el creyente, escuche entonces este versículo en Filipenses, capitulo 1, versículo 29,
“Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él…”
La gente en la actualidad dice:
El sufrimiento es malo…los que sufren están fuera de la voluntad de Dios…si usted sufre, es porque esta en pecado…si usted no prospera, evidentemente no tiene fe.

Escuche lo que dice un gran hombre de fe en su diario, en II Corintios, capitulo 4, versículos 8 al 9,
“que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; 9perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;”
Eso es lo que yo llamo, superar las adversidades de la vida.

Puede escribir una palabra en el margen de su Biblia en Romanos, capitulo 5, versículo 3. La palabra que usa Pablo es “tribulación” y es una palabra que se refiere a las aceitunas o a las uvas cuando se las exprime para sacarle el jugo. Por ende, uno bien puede escribir la palabra “presión” o “dolor” en vez de tribulación.
Pablo escribe el siguiente testimonio en el versículo 3,
“Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones…”

En otras palabras, Pablo le esta diciendo a cada creyente que los” momentos  de presión dolorosa y tribulación son partes inevitables en la vida de cada creyente…pero aun así, uno puede gloriarse y alabar fervientemente a Dios, mientras esta siendo “exprimido”.
¿Cómo?

El dolor del alma es una parte esencial de la vida
2. Eso nos deja en el segundo punto, la segunda verdad que la tribulación no solo es inevitable, sino que es esencial. Al igual que el dolor físico, que es tanto inevitable como esencial, el dolor del alma –la presión de nuestras emociones y el estrés de la vida en general es tanto inevitable como esencial.

Maneras en las que Dios utiliza el dolor
Según la Biblia, Dios utiliza el dolor o la tribulación, en dos maneras. Permítame dárselas:

Dios usa dolor para corregirnos
1 David escribió lo siguiente en el Salmo 119, versículos 67, 71 y 75,
Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; Mas ahora guardo tu palabra…Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos…Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.”

Al igual que un padre disciplina a su hijo, causándole dolor para cuidarlo de que sufra mas dolor a causa de una quemadura o del trafico en la calle, el Señor utiliza situaciones dolorosas para arrestar nuestra atención y protegernos de que nos lastimemos.

Dios utiliza el dolor para construirnos
2. En segundo lugar, Dios no solo usa la tribulación para corregirnos, sino también para construirnos.
Ese es el sentido que Pablo le da en el capítulo 5 de Romanos. Fíjese lo que el continua escribiendo en el versículo 3,
“Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;”
Pablo ha estado hablando acerca de la justificación y lo que la justificación hace por nosotros. Ahora pasa a hablar acerca de lo que la tribulación produce en nosotros.

El dolor produce perseverancia –o paciencia
  • EL dolor produce paciencia
La justificación nos da paz, pero no nos hace pacientes. La justificación nos da gracia, pero no nos hace más piadosos. La justificación es la base, el fundamento; pero Pablo ahora habla de la construcción de la vida del creyente con la tribulación siendo el contratista para el trabajo.

La mayoría de nosotros pensamos que cuando recibimos a Cristo, él va a remodelarnos. Pensamos que el va a cambiar el empapelado o la pintura; que el va a quitar la alfombra y poner pisos nuevos.

No, no, no. Dios no remodela habitaciones; el derriba la casa por completo y la construye nuevamente de cero. El no pone nuevas luminarias; Dios hace todo el cableado a  nuevo; El no trabaja por cuarenta y cocho horas, sino que obra en uno toda la vida. Y el prometió que lo que comenzó en usted, lo completara.
El dolor produce perseverancia.




El dolor produce pureza
  • En segundo lugar, la perseverancia produce pureza

Continuando con Romanos capitulo 5, versículo 4, Pablo dice:
“…y la paciencia, prueba;”
La idea aquí, es que la perseverancia produce un carácter aprobado. O sea, un carácter sin impurezas.
La palabra carácter –que en la Reina Valera es traducida “prueba”- da la idea de un antiguo orfebre que refina oro crudo en su horno. La única manera de separar el oro del material a desechar es por medio de calentarlo hasta derretirlo. Las impurezas suben hasta la superficie y son quitadas. El artífice sigue aumentando el calor hasta que todas las impurezas son quitadas. Una vez que el puede verse reflejado en la superficie liquida del oro, sabe que el oro ya esta puro.

Dios, el artesano divino nos esta refinando; separando todo material no deseado de nuestras vidas. El nos purifica por medio del dolor. Job dijo, en el capitulo 23, versículo 10,
“Mas él conoce mi camino; Me probará, y saldré como oro.”

Imagínese, si Dios desea ver Su reflejo en nuestro carácter, quizá el calor deba ser intenso en algún area de nuestra vida por el simple hecho que El aun no ve su reflejo.

El dolor produce perspectiva
  • La tribulación produce perseverancia; la perseverancia produce pureza y finalmente, la pureza produce perspectiva.

Pablo escribe en le versículo 4,
“…y la prueba, [produce] esperanza;”
Podemos llamar a esto, perspectiva eterna.

Dio no promete quitar nuestro dolor, o siquiera aliviarlo, sino que promete transformar nuestro dolor y usarlo para construir vidas que estén marcadas por perseverancia, paciencia, pureza y perspectiva.

Sin embargo, nuestra perspectiva tiene que ir más allá de nuestras vidas, hasta la eternidad. Eso fue lo que dio gozo y esperanza a Pedro. Escuche lo que dice en I Pedro capitulo 1, versículos 6 y 7,
“En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.”

En otras palabras, Dios ha prometido arreglar las cosas al final. Deje que la historia termine. ¡Deje que termine! Mientras espera, de la gloria a Dios. Mientras recibe lo que no quería y no recibe lo que quería, gloríese solo en Dios. La historia aun no ha terminado, ¡así que permítale terminar!

Conclusión
Pablo continua diciendo en le capitulo 5 de Romanos, versículo 5,
“y la esperanza no avergüenza…”
¿Cuántas veces se encontró diciendo, ‘yo esperaba’? Puede que haya dicho:
  • Tenia esperanzas en ese medicamento.
  • Tenia esperanzas en esa persona.
  • Tenia esperanzas con esa entrevista laboral,
  • Tenia esperanzas en esa elección.
  • Tenia esperanzas con esa compra.
  • Tenia esperanzas en ese amigo.
  • Tenia esperanzas con esa inversión.
  • Tenia esperanzas…!

Pablo dice aquí que la esperanza en Dios jamás avergüenza. Dios no lo va a desilusionar. Entonces ¿Para que esperar en otras cosas cuando El espera que usted ponga su esperanza en El?
Al final Jesucristo cabalgará en el viento hasta le final del a historia de este mundo de sufrimiento y arreglara todas las cosas. El mismo dijo, en el libro de Apocalipsis, capitulo 2, versículo 25,
“pero [la verdad] que tenéis, retenedla hasta que yo venga.”
¿Cómo se aferra uno a la verdad? Yo le voy a decir como. Uno se aferra a la verdad aceptando el regalo del dolor, con su corrección y su construcción. Cuando uno acepta este regalo de Dios, y se entrega, encontrara que el camino al honor y la gloria se le abren como nunca antes.

En nuestros himnarios hay muchos himnos que fueron escritos por Fannie Crosby, una poeta que era ciega. Cuando ella tenía tan solo seis semanas contrajo una inflamación en los ojos, que los doctores no lograron tratar a tiempo y que la dejo ciega. Ella escribió lo siguiente en una oportunidad: “Parece que la providencia de Dios así lo quiso, que yo sea ciega por el resto de mi vida, y por eso le agradezco.”

Ella también dijo que la ceguera fue el regalo que Dios le dio para que pueda escribir canciones dándole la gloria a El. Ella escribió muchísimos himnos, incluyendo: “Cara a cara, A Dios sea la gloria, Bendita seguridad y Mi Salvador me guía.”
Ella escribió su primer poema a los ocho años. Escuche bien como alaba a Dios, ella dice:
¡Que niña feliz que soy, si bien no puedo ver!
He resuelto que voy a vivir con contentamiento en este mundo.
¡Cuantas bendiciones que disfruto que otra gente no tiene!
Así que laméntese si quiere por mi ceguera,
Yo no puedo ni lo haré.”

Eso es lo que yo llamo aceptar el regalo del dolor.
¿Cómo esta sufriendo usted hoy mí amigo? ¿Adonde esta el dolor, la presión en su vida? ¿Nunca se puso a pensar que Dios esta obrando a través de eso?
¿Lo va a aceptar? ¿Va a permitir que Dios lo use para transformar su mente y corazón para que refleje la mente y corazón de su Padre celestial en el cual jamás podrá desilusionarse?
Su poder se perfecciona en m

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